
Desprevenida
Me pilló desprevenida
tanta vida, de repente.
Me pilló tan indefensa
tu verdad, tan inconciente.
Justo abrazas mi necesidad de abrazo
y me rompes las ventanas
y apareces de un portazo;
hoy no entiendo de destino, ni pretendo hacerlo.
Pero llegas entregando tus maneras,
inventando una salida, regalando primavera,
desnudándome los miedos cada vez que
me persigues cuando doy la vuelta.
Y no esperas y te acercas a mi boca,
y deshaces mis cajones y me vuelves aún más loca,
desnudándome con prisa la intención
y acorralando a mis derrotas.
Oportuna coincidencia,
hoy tu abrazo sabe a casa;
consiguiéndome tan libre,
desmontando mi coraza.
Justo besas mi necesidad de beso
y me muerdes las verdades
y me gritas en silencio;
hoy no entiendo de destino, ni pretendo hacerlo.
Pero llegas entregando tus maneras,
inventando una salida, regalando primavera,
desnudándome los miedos cada vez que
me persigues cuando doy la vuelta.
Y no esperas y te acercas a mi boca,
y deshaces mis cajones y me vuelves aún más loca,
desnudándome con prisa la intención
y acorralando, acorralando a mis derrotas.
Pero llegas entregando tus maneras,
inventando una salida, regalando primavera,
desnudándome los miedos cada vez que
me persigues cuando doy la vuelta.
Y no esperas y deshaces mis cajones,
desnudándome con prisa la intención
y acorralando a mis derrotas.
Pero llegas
desnudándome con prisa la intención
y acorralando a mis derrotas.
Autor(es): MARTA SOTO MARTIN