
Diadema
Llegaste con tu corona, la de hada,
tu tiara de neón que parpadeaba,
algo en el aire te había convocado
y entraste por mi costado, incruenta.
Como una fuerza que quema lo que encuentra,
una diadema de luz en la tormenta,
sonó tu risa que todo lo contagia
y como por arte de magia me hizo tambalear
toda precaución, toda sensatez, toda vanidad.
Y contra todo pronóstico posible,
contra la lógica de lo predecible
dejaste mi corazón a la intemperie,
en una serie de extrañas coincidencias.
Te hiciste con el timón de mi conciencia,
marcaste el tiempo, el compás y la cadencia,
pusiste rumbo hacia playas olvidadas
y luego como si nada vimos naufragar
toda precaución, toda sensatez, toda vanidad.
Autor(es): Ivan Lins, Jorge Drexler