
Pitusa
Su amor prendido en mi alma
y yo por ahí pateando calles de Madrid.
Mi amor colgado en el cielo de un atardecer
por los jardines de Aranjuez.
Era preciosa e ilusa como la flor de un jazmín,
yo la llamaba Pitusa y ella venía hacia mí.
Me sonrió la fortuna
como al Santa Cruz (*) de la novela de Galdós,
con su mirada moruna
llenando de luz el claroscuro de mi amor.
Ya no nos quedan excusas ni nada más que decir,
nunca te olvides, Pitusa, de tu Juanito (*) feliz.
Nunca me olvides, Pitusa, porque me puedo morir,
porque me voy a morir.
(*) En referencia a Juanito Santa Cruz, personaje de la novela “Fortunata y Jacinta” de Benito Pérez Galdós
Autor(es): Jorge Drexler