
El ahorcado
Se aburrió de reencarnaciones
de Dios y lo racional.
Se aburrió de tantas canciones
del Papa y la sociedad.
De saberse tan cuerdo
como un cerdo en un nido de aves.
De la hambruna y la gula,
de la puerta que nunca se abre.
Del niño que ríe,
de su ama de casa
del amor de la vida
del tiempo que pasa,
del mar, el castigo,
del miedo a morir
del voy y retorno
y puedo sentir.
Se escapó a ese lugar
donde nunca permiten volver
a empezar.
Sin riesgos a reencarnaciones,
sumiso a la acción de pecar
armó las sillas y cuerdas
vestido de cuero y pensar
que era un hombre tan cuerdo
como un ave de lodo y corral
enamorado de sueños
y palabras que oyó mencionar.
El niño que ríe,
el ama de casa
el amor de la vida
el tiempo que pasa,
el mar, el castigo,
el miedo a creer
alguien alerte
se puede perder.
Se escapó a ese lugar
donde nunca permiten volver
a empezar.
Autor(es): Rey Montalvo