
Las palmeras
Ay, mi corazón está empezando a padecer
desde que yo te conocí, mi dulce bien.
Sé que para mí es muy difícil olvidar
todo el encanto de tu voz y tu mirar.
Ven, mi amor, que quiero ser tu adoración
y forjar nuestro nidito de pasión.
Ven, que las palmeras saben de mi amor.
Ven, que mi alma ya no puede de dolor.
Quiero tus besos con frenesí,
cariño mío, dime que sí.
Ay cariñito, no digas no,
con las palmeras te doy mi amor.
Autor(es): Gilberto Rojas