
Las rejas no matan
Si hasta en mi propia cara
coqueteabas, mi vida,
qué será a mis espaldas
y yo preso por ti.
Unos guardias me han dicho
que ya tú andas perdida,
que ya ni te acuerdas
lo que hiciste de mí.
Qué rumbo tomaste, mi vida,
qué puerta a tu paso se abrió,
qué luna se oculta angustiada
oyendo tu nombre y oyendo mi voz.
Qué labios te cierran los ojos,
los ojos que a besos cerré,
auroras que son puñaladas,
las rejas no matan
pero sí tu maldito querer.
Autor(es): Tomás Méndez