Seguidilles de la terra
Tierra de mi corazón,
enamorada,
casa encantada,
hay, hay, hay, corazonadas
en las azadas.
La trabajo de día,
por la mañana,
a media tarde,
toda la noche,
que el agua está muy fría y
calienta el roce.
La abrigo con la canción
de mi garganta
como si afuera,
¡ay, amor!, la voz tejiera
sábanas blancas.
La tierra me regala
brotes de oro,
viento de plata,
todas las flores,
yo las pongo en jarrones
de mil colores,
de mil amores.
De sol a sol cuido el polvo
de tu herida,
tierra querida,
si hay que cavar hondo es el trato
de la partida.
Te he dejado mis besos
y los abrazos,
también la espalda
dentro de algún capazo
hecha pedazos.
Ai terra meua,
ai terra meua!
La meua terra té un cor
i una pitera
la meua terra té un cor
i una pitera,
la meua terra.
La séquia no té marges
ja no té aigua,
la terra no té vida
i està marcida.
Què s’ha fet del llaurador
que la regava.
El pare la llaurava
a la vesprada
com si la terra fora
la que estimava.
Des que la va abandonar,
la terra plora,
des que la va abandonar,
ningú la cuida,
està ferida.
Tots parlen de la terra
i ningú s’ajoca,
només qui la treballa
i l’enamora.
