La campedrina
Mimada de dos ciudades
que se mantienen unidas,
yo te regalo esta zamba,
muchachita campedrina.
Sos la niña inspiradora
de violeros y cantores,
que cuanto te ven bailar
sabes despertar amores.
Campedrina, campedrina,
vienes de esencia costera,
hasta la brisa del viento
hace flamear tu pollera.
Yo te voy cantando y cuando te miro
se me entreveran las cuerdas.
Sos la niña imaginada
que representa alegría,
porque tan sólo con verte
haces que cambie mi vida.
Vida que quiero pasarla
cantándole a tu belleza,
cuando giras en la zamba,
también mi mente da vueltas.
