No tengo derecho
Hoy me desperté con los párpados más pegados que nunca,
tal vez porque no quería ver un mundo que se trunca.
Una sombra que roza mi nuca, me clama la cama
escena cotidiana cuando vives en eterno drama y hoy...
El pijama me ruega: "No sigas, por Dios, olvida la Tierra, la pena, el dolor,
huelo en tus venas aroma a opresión, a rencor que corrompe tu fiel corazón."
Ya lo sé, quiero escapar, mas la rutina me vuelve a atrapar,
un hematoma con forma de beso, una caricia que es un cardenal.
Lo paso fatal, las noches en vela recuerdan la pena que llevo en condena,
las cuerdas vocales me fallan y temo que cada ensalada sea mi última cena.
No tengo nada más que las ganas de gritar y llorar contra la almohada,
cada mañana es un prólogo previo a visitar a la Parca y su mirada.
No sé que hacer ya más, jamás podré salir de esta tempestad,
juro que pienso, pero no recuerdo la última vez que sentí felicidad.
Heroicidad es seguir en pie, aunque me arrastro por el suelo,
yo ya no busco consuelo, tan sólo busco sobrevivir a este duelo.
Piqué el anzuelo y ahora soy un pez que nada a contracorriente,
el objetivo de la gente, soy diferente, ineptos, ¿ellos qué entienden?
¿Ellos qué sienten? ¿Sienten vivir con la Muerte, que no haya nada que te haga más fuerte?
Ellos no saben lo que es ser hundido día tras día, para siempre.
Un poema en blanco que el dirigente no supo rimar,
y por su culpa mis versos son asonantes como el golpe del cristal
con mi cabeza, ¿rezas? No es nada útil, eres tan dúctil, una marioneta.
Nadie se entera y nadie se preocupa de lo que le susurres a tu libreta.
Mi llanto no tiene volumen, y sigo soñando con ir a las nubes,
alejado de esta urbe a la que mi cuerpo sucumbe, ¿qué es lo que tuve?
Libertad, igualdad, vida, fe, confianza...ya, ni esperanza.
Me lo han quitado todo, incluso la fuerza para gritar: "¡Venganza!"
No tengo derecho a la vida o libertad,
no tengo derecho a respeto y a igualdad.
No tengo derecho de libre expresión o manifestación
y antes de que sellen mi boca he de cantar esta canción.
No tengo derecho a vivienda o sanidad
no tengo derecho a crecer, a soñar.
No tengo derecho a nada más que a obedecer,
y si oyes mi grito, por favor, escucha y lucha para esta batalla vencer.
