
Hoy
Hoy me he despertado
y he mirado alrededor
pensando que la soledad
a veces es cosa de dos.
Hoy me he acojonado
solamente con mirar
a la rutina
fijamente a los ojos.
Y navegué
por mares secos de pasión.
Me acostumbré
a no esperar nada mejor.
Acostumbrado a asimilar
el tiempo y su velocidad,
a echarme en cara
lo que no hice.
¡No estamos tan mal!
¡No estamos tan mal!
¡No estamos tan mal!
Ni se te ocurra preguntar:
“¿qué tal te va?”
Hoy me he dado cuenta,
a través del cristal,
que el mundo gira
cada vez que pestañeas.
Cada decisión
que me ha traído hasta aquí
son partes rotas sin unir
del mismo espejo.
Y navegué
por mares secos de pasión.
Me acostumbré
a no esperar nada mejor.
Acostumbrado a asimilar
el tiempo y su velocidad,
a echarme en cara
lo que no hice.
¡No estamos tan mal!
¡No estamos tan mal!
¡No estamos tan mal!
Ni se te ocurra preguntar:
“¿qué tal te va?”
¿Qué tal te va?
¿Cómo te va?
¿Qué tal te va?
¿Qué tal te va?
¿Cómo te va?
¿Qué tal te va?