Chigua cunita
En una chigua carguera
que cuelga de una araucaria
duerme un niñito sonriendo
mientras la brisa lo hamaca.
Junto al ángel un lamento
sentido como plegaria
dolor de padre en los ojos
nido de ausencia en el alma.
En esa chigua late mi sangre
tibia palpita, rosada flor
ay si te viera la que en su carne
ya te sentía sueño de amor
te dio la vida y me dejo un beso
en esa tarde llena de adiós.
Drama de culpa sin culpa,
frío de ausencia que quema
otoño que se hace invierno
mereciendo una primavera.
Mirando al hijo en sus ojos
las lágrimas se hacen ruego
despierta el niño y sus manos
son alas buscando el cielo.
