
El blues de la ultraviolencia
Y no llaman violencia su racismo en sanidad,
tampoco les parece violento que el transporte sea un privilegio en la ciudad,
tiros al aire si resiste lava pies,
pelotas de goma asesinas enyuscar y unos gases para extenderlos en el mundo del revés,
detenciones magnificas tras la huelga de aquel 29 en Barcelona,
cuatro muros para el enemigo en prevención porque su miedo ya no nos perdona,
aumentan los recortes con el gasto policial.
Que casualidad, que casualidad, que en banca no exista la osteridad.
Y no hablan de violencia en los dies ,
ni durante una arredad ilegal,
y es que solo españolitas andaran por la calle sin tener que esperar que venga el coco por detrás .
No llaman violencia prohibirme abortar,
tampoco les parece violento que yo cuide a churumbeles sin ayuda y sin cobrar,
y no llaman violencia al monopolio de la muerte que ha montado con su ejercito de robot cops,
y tampoco les parce violento el encontrarse en la esquina con la porra del respeto de lo que han botado tantos
ni violentas las promesas y sorpresas olvidadas,
de un sistema que permite y defiende con las armas,
el expolio permanente de tantas vidas yo lo llamo ultraviolencia, yo lo llamo ultraviolencia,yo lo llamo ultraviolencia.
Y grito, y grito, y gritoooo reveldia reveldia y grito reveldiaaa
reveldiaaa ... reveldia, reveldia, reveldia