
El Presidiario
Allá en el muelle del Surgidero
un presidiario muy triste ví
su madrecita lo consolaba
y lo besaba con frenesí.
Era un muchacho noble y templado
una mujer lo fatalizó
a la morfina y la marihuana
al poco tiempo se dedicó.
Pero una noche estando en un baile
ebrio de drogas y de licor,
al fiel amigo que mas quería
sin un motivo lo asesinó.
Lo condenaron a veinte años,
triste miraba hacia la mar,
pensando siempre en Isla de Pinos
donde sus penas iba a colgar.
Por fin el barco atracó en el muelle
y la pareja asi le habló:
Vamos muchacho llegó el momento
dale a tu madre el último adiós.
Mirando el barco aquel presidiario
a su viejita fuerte abrazó,
adiós mi madre del alma mía
sólo te pido tu bendición.
Partió aquel barco dando un pitazo
la pobre madre triste lloró
al ver llevarse para el presidio
al hijo amado que ella crió.
Hoy cuentan todos que aquellos dias
en el presidio se suicidó
el desdichado que en una noche
al fiel amigo asesinó,
el desdichado que en una noche
al fiel amigo asesinó.