
Nada
Mis sentidos se cansaron de quererte,
ya no maldigo mi suerte por haberte perdido.
Ya no esquivo los fantasmas de mi mente,
me casé con el presente y te enterré en el olvido.
Cuando vivan las arrugas en mi frente
no estarás entre la gente
que recuerde en mi camino,
lamentaras tu destino rogándole
a Dios que vuelva a quererte.
Nada, para mí ya no eres nada,
no eres ni un pobre enemigo,
ni el final de mi razón,
ni razón de mis suspiros.
No eres nada de nada.
Nada, búscate a alguien que cobije
tu alma rota y sin abrigo, yo ya remendé
en silencio mi corazón descosido.
Te he buscado en cada uno de mis sueños
como una gata sin dueño maullando en tu tejado.
He brindado con el vino del desprecio
que derramaste en mi cuerpo al macharte de mi lado.
Pero ahora que tu amor ya no me importa
y mis noches son más cortas,
ahora que gane a tu juego,
ahora que vivo y no muero,
ahora no eres más que una triste sombra.
Autor(es): Jesús Bienvenido