La cabrita y el caracol
Iban la cabrita y el caracol
descubriéndose en un corazón
y no lo sabían pero escribían
la melodía de esta canción.
La canción ahora la canto yo
porque quiero hablar de aquellos dos
y de cómo soñé que soñaba
la bonita cabra encontrarse con un suertudo caracol.
Un día al Facebook se conectó,
el caracol baboso aprovechó
miró su perfil
se animó por fin, la invitó al cine y ella aceptó.
La peli mucho no les gustó
a decir verdad, nunca importó,
y la cabra estaba cabreada de esperar los tiempos
del caracol lento que no se animaba
para darle el beso que tanto esperaba
contó hasta trescientos y se animó.
Y así sin demasiado equipaje
ahí nomás largaron el viaje
sin pensar bien dónde anidar.
Casi sin que nadie se dé cuenta
con la carpita y la luna envuelta
la vuelta al mundo fueron a dar.
Vuelo por un impulso del que no soy dueño
Por eso pido que de este sueño
Nadie me venga a despertar.
Que hablen con mesura es lo que les pido
que no hagan ruido y que a ningún zumbido
de ningún mosquito
se le vaya a ocurrir venir a hinchar.
Juegan a amarse sin partituras
sin tener miedo a la locura
sin ahorrarse o escatimar.
Y sin quedarse con gusto a poco
qué bonitos que son los locos
cuando se animan a andar.
Y no te preocupes, cabrita
si la noche viene fresquita
la pasamos en mi casita
que apretaditos entramos bien.
Como gaviotas en la orilla
a punto de tomar vuelo
mirando el cielo
que se hace el ciego, el que nada sabe.
Cabrita linda, no tengas miedo
volar no es sólo para las aves
vuelen contentos
sobre la espuma
que la locura ya los abraza
y va jugueteando con azules
con algodón, pasa y los disfraza de alguna nube
así la luna no los alcanza.
