Cargando las penas
Cargando las penas
ardientes del corazón
todo el mundo queda
bailando en el callejón.
Ahí viene
doblando en cada esquina
levántense de sus sillas
que acá llegó el carnaval.
Se escuchan las voces
del barrio y de sus colores
con pitos y con tambores
que tiñen la realidad.
Y el tambor iluminando el barrio
queda con la suerte mano a mano.
Cantemos con la miseria a la sombra
barriendo bajo la alfombra
la bruta necesidad.
De seguir pidiendo
a gritos lo que nos toca
con el canto que convoca
a esta fiesta popular.
Y en la calle ya está todo el barrio
con el carnaval de mano a mano.
