
Sin nombre
Nunca debiste
conducir tan de prisa
nunca debiste
incendiar tu casa
Ni encerrar a tus Padres
y solo queda el olor de sus cuerpos
quemados
Nunca debiste colgar mis llamadas
nunca debiste acostarte con él, no, no, no!
ni envenenar a los niños
y solo queda el olor de sus cuerpos
hinchados