Inmortal
El verso es un pasaje
al infinito
La vida es un viaje
emocional
El corazón muere mientras
me grito
Todo aquello que recito
para así resucitar
Converso con mis miedos
y lo admito
Tengo pánico a morir sin
despedirme con un rap
Porque siempre está
cuando le necesito
Y si me ve coger el micro
me hace sentirme inmortal
Mi sonrisa te precisa
para un duelo
Si el zafiro de tus ojos se
divisa en nuestro cielo
Vísteme de vida y píntame
de lapicero
Firmaste alma derruida
sin huida para el miedo
Porque no tengo más credo
que creer en las personas
Pero cuanto menos debo
más de ellas me traicionan
Triste corazón que se asoma
y se desploma
Cuando gime y se despide
no hay quien tire de la soga
Cuántos besos se quedaron
en poesías
Tantos que de vez en cuando
se me repetían
Canto a mi quebranto pero
lloro de alegría
Porque ya encontré el encanto
del amianto de los días
Triste soledad que pasaste
a visitarme
Y alquilaste mi remanso
donde guardo lo inefable
Inconmensurable como
el manto del ocaso
Y como el llanto en el regazo
Es el abrazo de una madre
“Llorar o sonreír y me quedo
con la segunda
No leí mejor poema
que el amor en sí
Que quema deja el alma
plena y prueba el frenesí
Que si acelera nunca
frena para subsistir
Y así si te doblega no hay
emblema sólo cicatriz
Y es que a la vida no se
le busca un sentido
Yo asentí a sentir sin ti
asertivo pero no te olvido
Así que he decidido que
este verso terso que te escribo
Me lo guardo para cuando
tu recuerdo esté conmigo
El corazón sabrá lo que
se hace
Para su secuestro no
hay repuesto en el desguace
La música me sirve de vendaje
Y la nostalgia y su fragancia
da elegancia a mi mensaje
Los años no hacen daño
mientras besan
Lo que pasa es que te pisan
cuando pensan
La luna está en la lona
buscando mi sombra impresa
El valor de una persona
se mide por su promesa
La felicidad: triste rama que se riega
Dame un tronco de cemento
por si el viento la doblega
Ama con certeza pero nunca
ames a ciegas
Que si viene la tristeza has
de ver por dónde llega
Qué es la vida más que
sangre roja que se arroja al viento
Una hoja con un pasatiempo
que se moja al tiempo
Una alforja con las asas flojas
de cargar lamento
Una lonja donde no hay
esponja que te limpie dentro
Qué pronto se muere el romanticismo
Cuando el poeta vive y
solo escribe por cinismo
Me pasé semanas escapando
del abismo
Hasta que perdí las ganas
de escaparme de mí mismo
Me paso de largo hasta
quedándome corto
Ni yo mismo sé qué valgo
sin embargo sí me importo
El resorte de mi suerte se
soltó y me dejó absorto
Con mi peso inmerso en
textos con mi verso te
transporto
Dame tu sonrisa más profunda
Y ámame deprisa por si
el mundo se derrumba
Todo se resume con dos
acciones rotundas
Llorar o sonreír y me quedo
con la segunda
