
Vanidad
Dejarme ir a donde no me puedas herir,
a la calle o un burdel, a la guerra o a un hotel,
irme pronto y sin camino para volver.
Detrás de mí tus pasos no volver a sentir,
que se apague ese rencor al que le dices amor
y que pueda darme cuenta que aquí estoy.
Y mirarme en el espejo
sin la imagen de juguete viejo
que no sirve ni para adornar.
Despertar y sentir
que vale la pena continuar
con la vida lejos de tu vanidad.