Silvio Brito

Entre mi madre y mi padre


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No hay como el amor de madre dice aquel buen hijo,,
depende el padre que sea digo yo de mi parte,,
porque viejos como el mio sin tener un desvío yo creo que ya no nacen,,
lo que fue conmigo antes no puede negarse todavía es lo mismo.

Yo quiero mucho a mi vieja porque ella se expuso,,
a perder tal vez la vida por traerme al mundo,,
por eso de sus consejos que han sido mi espejo me siento seguro,,
de su cautiverio duro me lleno de orgullo, yo soy su recluso.

Quien no se esmera querer un ser de estos
quien no lo haga no puede decir
hay mi vieja linda me da sentimientos
cuando me acuerdo que ya te perdí
mi vieja linda me da sentimientos
cuando me acuerdo que ya te perdí.

Quien preguntará por mí cuando yo esté de viaje,,
quien preguntará por mí cuando esté de regreso,,
quien se podrá preocupar cuando yo esté en la calle,,
quien así de buena fe me vuelve a dar consejos
Nunca en la vida me causaste daño, por lo contrario fui tu consentido,,
muy fuertemente me dabas regaños, pero en tu alma me tenías metido.

Hablando aquí de mi viejo es mi mejor amigo,,
como padre yo les digo no hay como igualarle,,
lo que pasa es que mi madre un día que mi padre me imponía un castigo,,
corrió y se abrazó conmigo, con aquel cariño ella quería ayudarme,,
y entre sus faldas comenzó a abrigarme, pa amortiguar el severo castigo,,
mas con mi padre no estoy resentido, yo sé muy bien que deseaba educarme.

Quien no se esmera querer un ser de estos
quien no lo haga no puede decir
hay mi vieja linda me da sentimientos
cuando me acuerdo que ya te perdí
mi vieja linda me da sentimientos
cuando me acuerdo que ya te perdí.

Quien preguntará por mí cuando yo esté de viaje,,
quien preguntará por mí cuando esté de regreso,,
quien se podrá preocupar cuando yo esté en la calle,,
quien así de buena fe me vuelve a dar consejos
Nunca en la vida me causaste daño, por lo contrario fui tu consentido,,
muy fuertemente me dabas regaños, pero en tu alma me tenías metido.