
La siembra
Érase esta vez la calle vacía
como un barbecho que vaticina
una nueva siembra porque a la sombra
se pudren restos de un mal cultivo.
Es el sistema que se caía
que no alimenta
sino envenena al pueblo mío.
Y el pueblo mío no son las calles
donde he nacido
o donde crecía
es el planeta que compartimos
y pide a gritos mejor destino.
Trae bajo el brazo
un nueva era
con la primavera.
Y como las nuestras
sus ganas de abrazo
con una propuesta,
préndela.
Prende la vela
que encienda la hoguera
que ilumina el camino
para verte quien eras
y al ver cómo
estaba tan equivocado
el plan del cambio esperado
que no era hacia fuera
y que no era tan fuerte el estado
ni cambiar el futuro quimera
si somos la fuerza
y hay algo que empieza.
Y una nueva era espera
demos sentido
al mes ya andado
y el sistema que ha caído
que no vuelva.
Vuelven los peces al río
vuelve el ave confiada a hacer su nido
vuelve el aire a respirarse limpio
vuelven las ballenas
porque ya no hay ruido
vuelve el animal a caminar tranquilo
también vuelve el ser humano
a su sentido.
Cerramos la puerta de casa
y al abrir el corazón es lo que pasa
descubrimos que no había nadie solo
que si estamos juntas podemos con todo
Y demos sentido
al mes ya andado
juntemos ideas
y toda esperanza
para esto que empieza
la siembra está echada.
La calle vacía parece un retrato
de un pasado obsoleto
que fue solo hace un rato
como creímos
tantas mentiras
hoy nos sobran objetos
nos faltan abrazos.
Oigo en el viento
el silencio, la esquina
tienes un poder
que tú no adivinas.
Y somos la fuerza
y hay algo que empieza
y una nueva era empieza.
Baila conmigo esta revuelta
que ya todo empieza
prende la vela
que encienda la hoguera.
Autor(es): Julia Botanz Guimerá, Ida Susal