
El circo
Cada vez que monto un circo, me crecen los enanos,
la mujer barbuda se afeita, al domador se lo come el león,
los payasos están inmersos en una depresión,
el forzudo es un invento, el mago ni lo intentó
El trapecista tiene vértigo, el hombre bala la pólvora mojó,
la jirafa tiene tortícolis, el narrador se quedó sin voz.
Y ahora la bailarina, no quiere ponerse el tutú,
y dime amigo mío, cuéntame qué tienes tú.
Vivo en un circo de mala muerte, con un público exigente, impaciente,
en eso mi vida se convierte, un espectáculo decadente.
Nada de esto tiene sentido, ni sé si entradas se han vendido,
sólo sé, el día en el que dejé de verte,
fue el día en el que perdí mi suerte.
Y eres tú, la única que me comprende,
y eres tú, la que me hace ser más fuerte.
Y soy yo, el que condené mi suerte,
y soy yo el que consintió perderte.
Autor(es): Marcos Porras