
Del Recuerdo
4.- DEL RECUERDO
Me alegro de verte. Aún me acuerdo de ti.
Déjame que te cuente que después de perderte yo también me perdí.
Y ahora busco mi suerte muy lejos de ti:
soy algo más fuerte, algo más libre y algo menos feliz...
Hay una tristeza sin fondo en mi pecho,
hay una ventana sin luz. Hay manchas en el techo,
algo de amor y algo de despecho
y una golondrina que me grita que ya no estas tú...
¿Por qué ya no estas tú...?
Y es que ya no estas tú...
Aquí ya no estas tú.
Ya no sé decirte si estoy sobrio o me equivoco,
ni sé tampoco bien cuántos canutos llevo.
Yo sólo sé que en este mundo que está loco
tu boca es de lo poco que no sabe a placebo.
Por eso a veces yo fumo, me coloco
y trato de pagar con un verso lo que te debo.
Me vuelvo loco para no volverme loco
y me muero de hambre para no morder el cebo...
Casi no me acuerdo de ti:
te pienso únicamente si me pasa algo bueno
que ya no es tan frecuente desde que te perdí;
y así vivo feliz y sin echarte de menos.
Hoy me he convencido y me he sentado a escribir
y, por fin, he sentido ese dolor tan ajeno
que ahora quiero decirte que lo entiendo, y que yo estoy bien así,
aunque es más bonito cuando no nos vemos.
Dime qué es lo que puedo hacer
si desde que se fue vivo contando las horas:
intento sobornar al amor con el placer
mientras por dentro siento cómo todo empeora.
Y aunque doy por seguro que nos va a ir bien,
aunque puedo dormir sin que esté en mi cama,
desde que sé que no va a volver
todo mi mundo está en llamas...
El mundo está en llamas, la vida no es justa
y la muerte me ama, pero no me asusta,
si tengo a mi dama, tumbada en la cama,
su boca me llama y mi boca la busca...
¡Y el mundo está en llamas! La vida no es justa
y la suerte me ama pero no me asusta,
si tengo a mi dama tumbada en la cama
y su boca me llama, y mi boca la busca.
¡Y el mundo está en llamas!
Ella se enciende un cigarro y me dispara un besos a bocajarro
¡Y el mundo está en llamas!
Seremos ceniza luego pero antes hemos de ser fuego.
¡Y el mundo está en llamas!
Es un canteo porque nadie llama a los bomberos.
¡Y el mundo está en llamas!
¡La noche está en llamas!
¡El cielo está en llamas!
Y yo me alegro de verte...
Autor(es): Sharif Fernádez Méndez, Jorge Barba Borderias, Adrián Arnas Pérez