Eduardo Carrasco

Monólogo de la cabeza de Murieta


Imprimir canciónEnviar corrección de la canciónEnviar canción nuevafacebooktwitterwhatsapp

Nadie me escucha puedo hablar por fin
Un niño en las tinieblas es un muerto
no sé por qué tenía que morir
para seguir sin rumbo en el desierto

de tanto amar llegué a tanta tristeza
de tanto combatir fui destruido
y ahora entre las manos de Teresa
dormirá la cabeza de un bandido.

fue mi cuerpo primero separado
degollado después de haber caído
no clamo por el crimen consumado
sólo reclamo por mi amor perdido.

Pero como sabrán los venideros
entre la niebla la verdad desnuda
de aquí a cien años pido, compañeros,
que cante para mí Pablo Neruda.

Y así en la inquebrantable primavera
pasará el tiempo y se sabrá mi vida,
no por amarga menos justiciera
no la doy por ganada ni perdida

y como toda vida pasajera
fue tal vez con un sueño confundida
los violentos mataron mi quimera
y por herencia dejo mis heridas.


Autor(es): Pablo Neruda, Eduardo Carrasco