
Canoítas tristes
Llanto que se va en la tarde
buscando dónde anidar,
lleva río abajo el canto
de esta pena vieja de mi Litoral.
Guitarreando una esperanza
sauce y viento llevarán,
galopando, la nostalgia
del gurí dolido de tanto remar.
Sangra el ceibo al besar el sol,
su garganta quiere cantar:
canoítas tristes, siempre río abajo,
¡canten en vez de llorar!
Liñador del alma, el viento
quiere ser un pescador
y arrojar sobre la pena
del mudo ranchito, su pesca mayor.
Despeinando su tristeza,
camalotales en flor
aguas arriba, cantando
alzarán un día su ardiente verdor.
Autor(es): Horacio Guarany