Miquel Martí i Pol

En la calle de los cuatro lechos


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En la calle de los Cuatro Lechos
cuando no quiere dormir la ciudad,
cuatro retazos de sueño
que los años han hecho viejos
hacen carrera de amor clandestino, siglos,
mientras sus ojos inquietos velan
con un aire siempre a punto de huir.

Son la puta Libertad
y la puta Amistad
que por las esquinas
el amor dan de balde,
han llegado hasta aquí vagando, las pobres,
a la ciudad exultante, solas,
a por viejos amantes, nuevos amigos.

Pero quién es
esta gente que tanto chulea,
hacia dónde van
ostentando un cuerpo tan bello como agresivo.

Dicen ser los atletas
que nos señalan un mañana más feliz,
pero allende el tiempo
nadie les recuerda haciendo el amor en nuestras camas.

No son ellos quienes esperamos...

En la calle de los Cuatro Lechos
cuando no quiere dormir la ciudad,
busca la gente sencilla
el calor de su pecho
y festejarán entre sábanas pobres
cuerpos humildes que inventando gestas
devienen dioses de la noche.

Bailan juntos la puta Cultura
y el chapero Bienestar,
en la noche tibia se mecen
abriendo un mágico vals,
que para ellos el mundo es un solo ritmo,
viven llenos de orgullo sublevado
conjurando el futuro con las manos.

Pero llegarán
los atletas que hace tiempo esperamos
y ocuparán
el ancho horizonte con luz de dignidad.

Atletas de la paz, de las ideas,
atletas del sueño de un mundo mejor,
atletas del corazón fraterno, de los sentimientos,
atletas de buena intención.

¡Estos son los que esperamos!

En la calle de los Cuatro Lechos
cuando la ciudad ya se ha dormido,
las cuatro furcias solas
saludan la mañana
y caminan lentamente hacia el nuevo día
mientras en el fondo de sus ojos brilla
la luz que las trajera hasta aquí.

Atletas de la paz, de las ideas,
atletas del sueño de un mundo mejor,
atletas del corazón fraterno, de los sentimientos,
atletas de buena intención.

¡Estos son los que esperamos!

Un puente de mar azul,
la sombra de los dioses a ras de agua,
tornavoz de misterios,
puerto de vientos y de calmas.


Autor(es): Miquel Martí i Pol, Lluís Llach

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