Rosas blancas
Como un enorme ramo de rosas blancas
tu recuerdo que me acompaña.
Te soy deudor de tanta luz
que me sobra espacio y me sobra tarde;
todo se llena con tu nombre
que voy diciendo, Laura.
Sombra de mar la voz que te llama
y viento de sueños la mirada,
pienso el silencio encarcelado
en los acordes de una guitarra,
y todo se llena con tu nombre
que voy diciendo, Laura.
Tanta esperanza compartida
posibilita aún más la esperanza.
El tiempo se desliza a través
del armonioso tornavoz de las palabras,
tal como se desliza a través de tu nombre
que voy diciendo, Laura.
Todos los caminos para acogerte,
todos los ecos para añorarte
y tu sonrisa convertida en canción
mucho más allá de la tristeza,
para mecerme con tu nombre
que voy diciendo, Laura.
Te sé muy lejos pero me invitas
con los ojos claros a recordarte
y ahora con gesto desmesurado
hago de tu gesto mi espejismo
para perderme siempre en tu nombre
que voy diciendo, Laura.
Autor(es): Miquel Martí i Pol, Lluís Llach