Carlos Gardel

Mano a mano (2ª versión)


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Yo era un capo en el ambiente
derrochaba adrenalina,
me presentaba en Corrientes,
tenía palco en el Colón,
manejaba un convertible,
no escatimaba propinas.
Las quimeras imposibles
de otros eran mi rutina.
No había nacido la mina
que me dijera que no.

Pero pucha, un veintinueve
de aquel febrero bisiesto
me vi pernoctando un jueves
en un banco de estación
sin más ajuar que lo puesto,
ni credit-card ni cobija.
Las ratas que huían del barco
del retrato de mis hijas
me afanaron hasta el marco
pensando que era Art Decó.

Las mujeres y la farra
se esfumaron con la guita.
Los muchachos de la barra
no me echaron ni un piolín.
Fidel no tuvo un detalle,
ni el Turco un "¿Qué necesitas?".
Cuando al cabo de la calle
rompí mi caricatura
ni el camión de la basura
tuvo un gesto para mí

Piqué el Movicom a mano
de mi gatita de angora
"No moleste a la señora"
contestó el contestador.
Y aprendí que estar quebrado
no es el infierno del Dante
Ni un currículum brillante
la lámpara de Aladino
Cuando me hablan del destino
cambio de conversación.

Espejismos y placeres
ya no me fruncen el ceño,
ni me cobran alquileres
las mujeres que olvidé.
Bajo el sol que me apuñala
vivo sin patria ni dueño.
Como al aire lo regalan
y el alma nunca la empeño,
con las sobras de mis sueños
me sobra para comer.

¿De qué voy a lamentarme?
Bulle la sangre en mis venas.
Cada día al despertarme
gusta resucitar.
A quien quiera acompañarme
le cambio besos por penas:
bajo los puentes del Sena
de los que pierden el norte
se duerme sin pasaporte
y está prohibido llorar.


Autor(es): Joaquín Sabina, Carlos Gardel, José Razzano, Celedonio Flores