Ausencia
Desolado tu ausencia me tiene
padeciendo mi bien sin cesar,
y tu nombre, a mi memoria viene,
por la sed insaciable de amar.
Es en vano el sufrir,
es en vano el llorar,
no hay consuelo que calme mis penas,
tu cariño no puedo olvidar.
Te he querido con toda mi alma,
fuiste dueña de todo mi amor,
y al recordar tus dulces caricias
siento un fuego en mi corazón.
Mi pasión era tierna, muy tierna
y tú en cambio no sabes querer,
¿qué motivo te he dado, alma mía,
para hacerme así padecer?
Autor(es): Francisco Bianco, Carlos Gardel, José Razzano