
Poema del romancero de Fray de Hytlodeo (Canto IV)
Ahora les quiero contar
en unos pocos renglones,
la experiencia que supone
para quien siendo extranjero
quiere con poco dinero
mejorar sus condiciones.
Para estar comunicao
a Telefónica fui,
el teléfono pedí
a una linda señorita
que dijo con voz finita:
“usted señor no es de aquí...”.
Pensé en un primer momento
contestarle algo anormal,
más me coloqué el morral
y dije pa’mis adentros:
“mordete lengua que siento
que este rollo acaba mal.
Me hizo llenar unos folios,
me exigió unos requisitos,
y en un lenguaje exquisito
que sólo lo entienden ellos
me dijo, poniendo su sello:
“léase este papelito...”.
El papelito en cuestión
hablaba de un apartao,
con dos números marcaos
el veintiocho y veintinueve,
pa’que el que lea compruebe
que todo está bien atao.
Pero dichos numeritos
cumplen un triste papel,
se imponen a todo aquel
que viene del tercer mundo...,
hay tragos que en un segundo
son amargos como hiel.
Se imaginan mi reacción
que tuve aquella mañana,
le escribí a un tal Luis Solana
que en ese ente era el cacique,
pidiéndole que me explique
lo que esta carta reclama:
“Amigo Don Luis Solana
pido perdón ante todo
por expresarme del modo
que Martín Fierro lo hiciera,
explicando la manera
con que me ha clavao el codo.
Después de más de tres meses
me ponen el telefón
y sin ninguna razón
piden por correspondencia
que me pase por su agencia
acompañao de un talón.
Sesenta mil pesetillas
a pagar según el dato,
más catorce del contrato
sin contar que falta el iva...,
si es ponerme panza arriba
y defenderme a lo gato.
Es injusto y arbitrario,
inhumano y vejatorio
que se use el repertorio
de que soy un extranjero...
eso es sacar el dinero
en plan discriminatorio.
Hoy cotizan en “ñuyork”
según explica un panfleto
y el éxito es incompleto
si no hay derechos humanos...,
borre con su propia mano
tan xenófobo decreto.
Yo sé que usted pensará
que así está bien la cosecha,
cada indio con su flecha
y cada diablo a su infierno,
pero es deber del gobierno
mostrar las cosas bien hechas...
Busque, compare y si encuentra
que lo que digo es verdad,
le pido con humildad
que haga justicia a mi canto
y en lugar de cobrar tanto
practique más la igualdad”.
Autor(es): Indio Juan, Jorge Cardoso