Hasta que la vida nos separe
No hay amor que por amor caiga en olvido,
ni dolor que encuentre alivio en el dolor.
La memoria siempre gana los juicios,
aunque acabe condenado el corazón.
Los espejos de las luces de bohemia,
solo mienten cuando dicen la verdad…
hay expertos en querer sin experiencia
que hacen guisos con la cruda realidad.
En amores, solo gana quien se juega
todo aquello que le da miedo perder.
El fracaso no se cura con vendettas
y Victoria es solo un nombre de mujer.
Para aquellos que padecen mal de "hartura",
tocar fondo puede ser la solución:
algún canto de sirena sordomuda
volverá a ponerle rienda al corazón.
Los amores son eternos mientras duran,
nadie vive, ni se desvive por nadie.
Son más fieles los amantes si se juran:
¡te querré, ay amor, te querré!…
te querré hasta que la vida nos separe.
La nostalgia es el almíbar del recuerdo,
es más bello todo aquello que no fue…
más nos vale por salud que nos quedemos
a este lado de la maldita pared.
Una cama no es un campo de batalla,
quién conquista también pierde la razón:
tiempo al tiempo, ya vendrá un día de estos
que pidamos una mesa para dos.
Vale más que los contratos infinitos,
el idilio de una noche de verano;
sé de besos que duraron más de un siglo
y se fueron por la mañana temprano.
Para aquellos que padecen mal de "hartura",
tocar fondo puede ser la solución:
algún canto de sirena sordomuda
volverá a ponerle rumbo al corazón.
Autor(es): Antonio Romera "Chipi", Jesús Bienvenido
