
La consentida
Déjame que te llame
la consentida,
porque todo consigues, mi vida,
con tus porfías.
Primero tu cariño,
mi idolatría,
y después, mi pasión, mi vida,
de noche y día.
Eres la consentida,
amor de amores,
que todito te doy, mi vida,
pa' que no llores.
Pa' que no llores, sí,
yo te lo digo,
dondequiera que vayas, mi vida,
yo iré contigo.
Eres la consentida, mi vida,
de noche y día.
Autor(es): Jaime Atria