Para los voluntarios catalanes aliados, muertos en Francia
Oh tierra, en tu seno dulce dormida
encuentren para siempre los restos santos
de todos aquellos que dieron la vida
para salvar sus hogares agonizantes.
Que en su entorno las flores estallen bellas
y en dulce paz esparzan sus aromas;
que donde tronaba el cañón canten pájaros
columpiándose en sus nidos de broza y plumas.
Además también, oh tierra, y con más amor aún
haz un lugar para aquellos que un día salieron
gozosos de otra tierra que les es madre,
y honrando tus derechos y libertades murieron.
Autor(es): Àngel Guimerà, Enric Hernàez