Fernando Delgadillo

Canto de un Dios


Imprimir canciónEnviar corrección de la canciónEnviar canción nuevafacebooktwitterwhatsapp

A veces cuando estoy solo
en mí la duda se asoma
si me han gastado una broma
para burlar mi decoro,
miro la escena de un modo
sintiendo que si me volteo
desaparece el deseo
y las imágenes desisten
y que las cosas existen
solamente si las veo.

Despierto, volteo y me miro
esclavo de mis pasiones
y ante mis apariciones
a mí mismo me persigo.
Soñé que yo estaba vivo
y a ustedes los conocía,
los odiaba y los quería
pero no estoy en lo justo
por que ustedes son producto
de imaginaciones mías.

Tantos mundos invisibles,
el nudo y su explicación,
el hierro de la pasión,
las soluciones posibles,
obsesiones invencibles,
la sangre de los que luchan,
excépticos que se angustian
y no creen en mi mensaje.
Yo fui el que inventó el lenguaje
para sentir que me escuchan.

La trampa que yo me puse
fue inventar a mucha gente
a algunos los crié indigentes,
altos, tuertos y otros dulces.
También yo forjé a las luces
de mi locura excitada,
los países, las cascadas
y todo lo que hoy existe.
Yo le di el pájaro al alpiste
y vida a la forma humana.

Empeñado en la belleza
me puse a inventar sus causas
y encontré que hay olas altas
por gracia de las pequeñas.
Yo hice a la fealdad tan bella
que en su aparición permite
que en la vida haya matices,
sorpresas y circunstancias.
Sólo porqué hay ignorancia
es que la verdad existe.

La frigidez y el sentir
se dan cita en la existencia,
el deseo y la resistencia
siempre estuvieron en mí.
Sea mi voluntad vivir
este misterio fecundo
vagar con el vagabundo
y compartir con cualquiera
porque el día en que yo me muera
se va a terminar el mundo.


Autor(es): Enrique Quezadas

Canciones más vistas de