Zamba del grillo
A los cerros tucumanos
me llevaron los caminos
y me trajeron de vuelta
sentires que nunca
se harán olvido.
Un grillo feliz llenaba
su canto de azul y Enero
y al regresar a los llanos,
yo le iba diciendo
mi adiós al cerro.
Como ese grillo del campo,
que solitario cantaba;
así, perdido en la noche,
también era un grillo,
viday, mi zamba.
Así, perdido en la noche,
se va mi zamba, palomitay.
A los cerros tucumanos
he vuelto en un triste invierno
Tan sólo el monte y el río,
envuelto en mis penas,
pasar me vieron.
La luna alumbraba el canto
del grillo junto al camino
y yo, con sombra en el alma,
pensaba en la ausencia
del bien perdido.
Autor(es): Atahualpa Yupanqui