
Barón Rampante
Vagabundo por los bosques,
llorando destrozado,
rechazando la comida,
no quiero caracoles.
A los grandes sollozos,
como de un recién nacido,
acudían los pájaros
que antes me huían.
Ahora lo comprendo,
pero es ya tan tarde,
y yo me vuelvo loco
y ella también sufre
por su manía insaciable
de hacer crecer el amor.
Y no bajo, no,
ni a tu jardín ni al mío.
Si tocas una vez tierra con un pie
te conviertes en el último de los esclavos,
entendido.
Y yo no había entendido nada,
sin tocar nunca el suelo,
desesperado hasta perderla.
Autor(es): Italo Calvino, Kiko Veneno