Mi regalo fragante
Cuando llegues y encuentres en el viejo florero
con espinas de ausencia, esa rosa de enero.
Mírala con ternura, es mi eterno "te quiero";
que no pudo decirte, mi corazón viajero.
Cuando llegues y veas mi testimonio amante,
entrecierra los ojos y piénsame un instante.
Yo te estaré besando con los labios sangrantes,
de mi rosa de enero, de mi rosa fragante.
La gente dice que la despedida
es una rosa cruel, es una herida.
Que lo diga mi amor, rosa querida,
que ha de sangrar por vos, toda la vida.
Autor(es): Julián Zini, Julio Cáceres, Soriano Sosa