Zamba de la tierra
Voy a nombrarte en la zamba
tierra que tu vida al hombre le das,
que te aman cuando enriquecen
que no dar nada es maldad,
hombre a la tierra le debes tu pan
y ella muere por darte la paz.
Con lo surcos del arado
tu piel envejece arrugada al sol,
y el hombre recoge el fruto
que tu savia enriqueció,
no pides nada y nada te dan
porque el hombre ya te olvidó.
La tierra lloró, y el hombré rió
y con cemento la sepultó,
sin embargo ella lo cobijó
cuando la muerte llegó,
guarda mi cuerpo hasta el juicio final
yo mi vida te quiero entregar.
Crece tu pelo en el trigo
y tu alma en las flores invitan a dar
tus ojos en las vertientes
que escondidos llorarán,
y tu quejido el hombré escuchar
en los ríos que bramar n.
Y un día ya enardecido
tu corazón quieto palpitará,
y tu savia embravecida
hará tu cuerpo temblar,
llantos y sangre tu piel mojarán
nunca más huellas te dejarán.
La tierra lloró, y el hombre rió
y con cemento la sepultó,
sin embargo ella lo cobijó
cuando la muerte llegó,
guarda mi cuerpo hasta el juicio final
yo mi vida te quiero entregar.
Autor(es): Damián Paz