Corrido al sanguinario General Robles


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Dios te perdone Juvencio Robles
tanta barbarie, tanta crueldad
tanta ignominia, tantos horrores
que cometiste en nuestra entidad.

De un pueblo inerme los hombres corren
y después de eso vas a incendiar
que culpa tienen sus moradores
que tú no puedas al fin triunfar.

Si es que a Emiliano Zapata buscas
allá en los montes encontrarás
marcha a los campos y contra él lucha
y así de gloria te cubrirás

Deja a los pueblos no tienen culpa
ya no los mandes exterminar
el que es valiente nunca ejecuta
hechos tan viles como el actual.

Lo que es Cartón y Razgado en suma
en nuestro Estado nunca podrán
vencer a Neri que es la figura
más formidable que hay en el Plan.

Saben al fin los sitios que ocupan
al fin se animan pero no van
y como pruebas les daré algunas
de sus hazañas en realidad.

Llegan a un pueblo que abandonado
los habitantes dejaron ya
tiran balazos por si emboscados
los zapatistas llegan a estar.

Si ese saludo no es contestado
entonces entran luego a incendiar
triunfar los leales en pueblo aislado
y al fin lo dejan sin un hogar.

Los zapatistas llegan a un pueblo
y si es un número regular,
le ponen parte luego al gobierno
más inmediato sin dilatar,
aquí se encuentran los bandoleros
pueden venirlos a exterminar,
y el bravo jefe responde luego
cuentos de viejas, qué van a estar.

Pero si saben que ya se fueron
y que muy lejos deben estar,
entonces marchan pero ligeros
con sus cañones a bombardear,
las pobres casas son los guerreros
con quienes van a contrarrestar
y las familias que sin remedio
se las llevan en trofeo marcial.

Cuántos pacíficos han matado
Cartón en su cruel avilantés
cuando algún pueblo llega a incendiar
y en sus hogares encuentra alguien
luego en su parte pone el menguado
honróme participar a usted
que zapatistas he derrotado
quité caballos y armas también.

Son nuestros pueblos solo unos llanos
blancas cenizas, cuadros de horror,
tristes desiertos, sitios aislados
donde se agita solo el dolor,
fúnebres restos que veneramos
como reliquia de nuestro amor
donde nacimos, donde nos creamos
y alegres vimos la luz del sol.

Adiós Cartón y Juvencio Robles
adiós Razgado bravo adalid,
llévale a Huerta sus escuadrones
y su estrategia tan infeliz,
díganle que ya no hay poblaciones
ni bandoleros que perseguir
sólo Zapata y sus escuadrones
siempre dispuestos a combatir.

Bravos guerreros hijos de Esparta
al fin se honraron con acabar,
pero a los pueblos, porque a Zapata
ni la razón le han podido dar.

Quemar a un pueblo crees que no es gracia
matar inermes es cosa igual,
dejar familias en la desgracia
esa no es honra de un militar.

Cuántas familias se hayan llorando
en tierra extraña y sin hogar,
y por su pueblo siempre anhelando
sin que ese instante pueda llegar,
cuántas familias peregrinando
de pueblo en pueblo diga hasta cuándo
a sus hogares se volverán.

Soldados fieles que habéis jurado
ser la defensa de la Nación,
ya no exterminen a sus hermanos
y alcanzarán su salvación,
negros caínes cruel e inhumanos
tened un rasgo de abnegación
quiero se diga en cual mexicano
oír clamores de la Nación.