La flor que me diste
Comprenderse, enamorarse,
al cruzarse en el camino,
muchas veces fue mi sino
vivir así un loco amor.
Por el parque predilecto
paseaba con mi quimera,
cuando una voz dijo: “Espera,
tengo para ti esta flor”.
Luego supe yo el motivo
de la flor que tú me diste,
era porque andaba triste
y sediento de emoción.
Por la flor supe muy tarde
que tú eras una idealista,
después te perdí de vista,
implorando tu perdón.
Bello y gentil heliotropo:
vuelvo triste al parque amigo,
porque el parque fue testigo
de ese milagro de amor.
Y en el parque predilecto
reavivando el dolorcito
siento ganas de un recito
por la milagrosa flor.
Autor(es): Martín Bernal, Pedro Sofía