Castigo
Temblorosa mañana de palabras ausentes
que me niega la ganas de olvidarme de vos;
en la oscura cornisa va mi paso perdido
dibujando las horas sin saber ni quién soy.
Caminata doliente de recuerdos felices,
injusticia que envuelve con negrura el amor;
en los ojos del tiempo tu sonrisa lejana
me arrebata la suerte que tuvimos los dos.
Dónde estás que no puedo, simplemente, soñarte,
dónde oculta el destino su paisaje de sol.
Si pudiera arrancarme con coraje los miedos
treparía hasta el cielo a abrazarme en tu voz.
Tengo sed de tu boca, deliciosa manzana,
se preguntan mis manos por tu piel de algodón;
un invierno infinito aletea en mis sienes,
porque extraño tu aroma de violetas en flor.
Duende, voy por la vida caminando tu huella;
soy la sombra perfecta de lo que una vez fui;
si tenerte no puedo, si es fatal el castigo,
ya no tengo motivo que me anime a seguir.
Autor(es): Marta Pizzo, Rodrigo Flores
