Candombe esdrújulo
Jamás te pude entender
por eso acudí a la ciencia
por tu extraña intermitencia
entre tránsfuga y romántico
pero ni un físico cuántico
me lo pudo responder.
Quise ir hasta Liniers
que hay un «Pai umbanda» groso
pa’ que me saque del pozo
con alguna poción mágica
pero en esta saga trágica
me agarró el paro del tren.
Analicé mi obsesión
en terapia, pero justo
cuando casi llego al punto
de pronto dijo el psicólogo
que parara mi monólogo
que terminó la sesión.
Confundida y con estrés
compré un libro de planetas
por si era una manganeta
de conjunción astrológica
nuestra situación es lógica
por Plutón en casa tres.
Ya perdí la claridad
y como un último intento
de entenderte hago estos versos
pa´ decírtelos con música
por si es que tu alma hipoacúsica
quiere escuchar mi verdad.
Terminé en lo de un chamán
que en tu foto vio el pasado
después de un trance callado
por fin dijo el esotérico:
«Este pibe es un histérico,
no hay gualicho pa’ese mal».
Autor(es): Verónica Bellini
