Me llaman tango
Yo soy
un cacho de arrabal
que no se rindió,
mi ley será seguir
sin flaquear jamás.
Un bandoneón me dio,
con su acento compadrón,
el coraje pa’ guapear.
Yo soy
aquel varón de ayer,
que hoy volví a tallar
ganando la partida,
que dieron por perdida
aquellos que me vieron aflojar.
Ayer...
por guapo me jugué.
Y hoy...
me juego como ayer.
Caí
porque se dio la mala...
copé otra vez,
y vuelvo a ser
señor y rey.
Ayer...
un “fueye” me acunó,
después,
mi queja repitió...
y hoy...
que vuelvo a ser el de antes,
su vibración
llega otra vez al corazón.
Autor(es): Mario Soto, Emilio De Caro