Alas rotas
Desatando los recuerdos del ayer,
en la triste realidad de mi vivir,
escuché tu voz distante y mi querer
sollozó en la sombra larga de tu olvido.
Bajo el soplo agonizante de la tarde
caen las hojas del otoño junto a mí.
Estoy solo en mi dolor y tengo miedo
de esta ausencia que me aleja más de ti.
En tus locos afanes de vuelo
te has quebrado las alas, mariposa.
Y en la pobre orfandad de tus anhelos,
pretendiste ocultar tu gran derrota.
Mariposa sin alas sólo eres
una sombra perdida en el espacio.
Yo quisiera borrar tu desventura
en la humilde tibieza de mis brazos.
Autor(es): Maruja Pacheco Huergo, Edgardo Donato