Se fue Mateo
¿Te acordás de las mujeres
que paseaste por Florida
con la capota corrida,
para lucirlas mejor?
¿Te acordás, por Pellegrini,
la pebeta que llevaste,
los piropos que escuchaste
de las parejas de amor?...
¡Mateo!
te gritó la purretada,
mientras la bestia agobiada,
siente tu mismo dolor.
¡Mateo!
te gritan de cualquier parte.
Y vos tenés que ladearte
para dar paso al motor...
Y es por eso que Mateo
piensa ahora, con tristeza,
si al regresar a su pieza
no encontrará qué comer...
En cambio, hallará una carta,
que dejó su hija Consuelo,
que anoche levantó vuelo
con su vecino el chofer...
Autor(es): Carlos Ossorio, Antonio De Bassi