Bandoneón
Tu voz se fue insinuando en las orillas
en una Buenos Aires inicial,
melodía llegada en algún barco
con nostalgia de luna y arrabal.
Tu son se fue templando en las cortadas
junto al lento bostezo del farol
y fue permaneciendo en las veredas
propicias a la danza y al amor.
Cofre abierto de duendes musicales
que recorren la piel de la emoción
en manos de Pichuco o de Piazzolla
tu fuelle fue promesa y vocación.
Con íntima pasión sueño mis versos
de poeta con alma de gorrión
bajo un cielo de nubes desveladas
yo le canto a tu magia Bandoneón.
Tu música sonó para la bella
muchachita de trenzas y percal
que marchó por la senda de la entrega
tras un sueño negado en el altar.
Tu acento fue marcando un dos por cuatro
en noches de milonga y de ilusión
sos emblema de tango en todo el mundo
que venera su ritmo seductor.
Autor(es): Norma Montenegro, Javier Bravo