Milonga para un otoño
Cuando se acerca el otoño
todo se vuelve distancia
La vida se va tan pronto
que el corazón se retrasa.
Como quien toca la ausencia,
todo es silencio en la casa.
Sale a correr un recuerdo
y otro recuerdo lo ataja.
Cuando se acerca el otoño
no tiene voz la guitarra.
El canto se va hacia adentro
y la madera lo tapa.
En la mitad del rasguido
sólo se ve la nostalgia.
Olor de tardes que amaste,
perfume de noches largas.
Cuando se acerca el otoño
viejo crespón es el alma.
Los sueños cruzan la puerta,
se entornan, ya, las ventanas.
Y como pájaro amigo
sólo el dolor me acompaña.
La luz se vuelve una sombra,
la risa se vuelve escasa.
Cuando se acerca el otoño
se apagan hasta las brasas.
Uno se acuesta en el tiempo
como si fuera una cama.
En el final del camino
ya no hay más frutos ni ramas.
Las cosas se vuelven viento.
Nada queda, todo pasa.
Autor(es): Roberto Díaz, Reynaldo Martín