A dúo con la vida
No fue la soledad, ni el desamor,
ni el cachetazo ingrato de una huida.
No fue la incertidumbre del ayer,
ni el hueco que dejó quien no se olvida.
No fue una mordedura del dolor,
ni alguna ingratitud inmerecida,
ni la ternura loca de creer
en un amor oculto y sin medida.
No fue el abismo mismo, ni un porqué,
ni el pánico teatro de un suicida,
tampoco fue el delirio que nos dio
saber de un mundo inmundo de mentira.
Ni un pájaro olvidado de volar,
ni un niño entristecido que nos mira.
Lo cierto es que juntamos este don
de andar cantando a dúo con la vida
y le apostamos tango y amistad
para que nos amarre sin partida.
Viajamos ensamblando nuestra voz,
vamos remando canción bien elegida;
es nuestra estrella el sueño de los dos
que se hace en cada puerto bienvenida
y un beso en pentagrama para vos
será clave de sol agradecida.
Quizás por un milagro tan precoz
andamos musiqueros por la vida.
Autor(es): Marta Pizzo, Quique Rassetto