Aguante el corazón
Aguante el corazón
que estamos otra vez inaugurando.
Te pongo en el ojal
un gajo de jazmín y a caminar.
Si atardeció el amor,
aquel de enloquecer, es que cambiamos.
Y queda el capital
de haber amado así, hasta el final.
Aguante el corazón.
Nos toca agradecer recomenzando.
Abrimos sucursal
en otro pecho afín y en muchos más.
Hoy sé lo que ya no,
y sé lo que tal vez, y cómo y cuándo.
Jamás fui la mitad,
me pertenezco a mí y estoy acá.
Conmigo al cien por cien,
con tanto que aprendí, con mucho merecer.
El gesto que tallé, el mazo para dar,
la sed para beber.
Y toda la emoción al viento,
y el sol de otro color,
y nada de morir ni que perder,
¡aguante el corazón!
Y toda la emoción al viento,
y el sol de otro color,
y nada de morir ni que perder,
¡aguante el corazón!
Aguante el corazón.
No para de querer, multiplicado.
Esencia de panal,
almíbar de rubí, latiendo un vals.
Bailemos a tu son
que hay mucho por hacer de mano en mano.
Ya ves, descubrirás
que ahora vas, por fin, a cosechar.
Conmigo al cien por cien,
con tanto que aprendí, con mucho merecer.
El gesto que tallé, el mazo para dar,
la sed para beber.
Y toda la emoción al viento,
y el sol de otro color,
y nada de morir ni que perder,
¡aguante el corazón!
Autor(es): Bibí Albert, Héctor Dengis