Ausencia
Desvelado tu ausencia me tiene
padeciendo mi bien sin cesar
y tu nombre a mi memoria viene
recordándome más mi penar.
Es en vano llorar,
nada calma el dolor
que atormenta a mi ser abatido
destrozando mi fiel corazón.
Vuelve pronto, mitiga el quebranto,
que tu ausencia me mata, ¡ay de mí!
nadie seca el afligido llanto
que mis ojos derraman por ti.
Vago errante, sin fe,
desafiando el dolor,
sin tener más amparo que el cielo
y esperando que vuelva mi amor.
Mi pasión era tierna y es tierna
y tú en cambio no sabes querer.
¿Qué motivo te he dado, alma mía,
para que así me hagas padecer?
Es en vano llorar,
nada calma el dolor
que atormenta mi ser abatido
destrozando mi trono de amor.
Autor(es): Francisco Bianco, Carlos Gardel